Naturaleza y bonsái desde Galicia

Naturaleza y bonsái desde Galicia
Mi aldea, fuente de inspiración

martes, 26 de febrero de 2013

EL ARCE

Ésta es la historia de un Arce.
Es un arbol que en su día me regaló María del Valle, una de las socias más antiguas de la asociación a la que pertenezco, Asociación Cultural Bonsái Coruña. Puede ser que hayan pasado ya alrededor de 15 años desde que me lo dió. Ella lo cultivó en origen con la idea de desarrollar un nebari plano con la técnica de plantarlo sobre una laja o superficie plana. A María le tengo un cariño especial por los años que llevamos juntos en la asociación y por su forma de ser. Y por ello, a este Arce le tengo un especial aprecio.
El arbol estuvo unos años plantado en tierra en mi aldea, un poco abandonado y olvidado pero pensando siempre en la idea de que engordase.
En el año 2007 lo pasé a un tiesto de entrenamiento y en esta foto se puede ver su estado.





Despues de un par de años, me di cuenta de que necesitaba un buen período de permanencia en suelo y un buen régimen de abonados. Aquí se puede ver una foto del 2009.




En el 2011 y despues de un buen engorde en suelo durante esos dos años, lo pasé de nuevo a tiesto de entrenamiento.




Akadama bien cribada, agua, sol y mucho abono, fueron las claves en su cultivo. Puede observarse la rama que se dejó crecer en el ápice para buscar la conicidad.

Este año tocaba transplante y me he decidido a verlo ya en un tiesto de bonsai. Como podeis ver en esta primera imagen, el nebari estaba repleto de buenas raíces.

Aunque el tiempo es frío en este momento, el invierno ha sido templado, sin grandes heladas. Por lo que ya se intuyen los primeros brotes. Con el transplante y el recorte de raíces el árbol seguro que se parará un poco en su brotación.



Despues de descubir el nebari, pulir defectos en las raíces y un buen lavado con manguera, así se ve.









Le queda todavía bastante para acercarse a un buen ejemplar pero tiene un buen potencial, una buena base. El ápice debe engordar, las ramas deben crecer y formarse y las raíces deben adquirir fortaleza y carácter.
Es por esto, por lo que le queda todavía, que en la elección de la maceta primó el darle un buen cultivo y por eso se eligió ésta que es de tamaño superior a la que le correspondería. Lo principal es que el árbol siga creciendo y para ello se necesita seguir abonando, regando, pinzando, etc etc...


Así queda despues de su paso a maceta.





Espero que os haya gustado su historia. El bonsái es evolución, nuestros árboles evolucionan con nosotros y en el momento que echamos la vista atrás es cuando nos damos cuenta de lo rápido que pasa todo.
Un saludo y hasta la próxima entrega.



martes, 5 de febrero de 2013

Viveros y el Bonsái

Una vez más estoy aquí compartiendo experiencias con vosotros siempre siguiendo la línea que marca mi vida, la naturaleza y el bonsái.
Ayer lunes, se me ocurrió esta entrada en mi blog. Y es que considero importante el contaros mi opinión en este tema del que, creo, no se ha hablado mucho o, mejor dicho, no desde el punto de vista de alguien que disfruta tanto visitando estos centros de producción de planta.
Partimos de que existen muchos viveros, pienso que los aficionados al bonsái, disfrutamos como niños pequeños cuando entramos en un vivero. Siempre tengo muy buenas sensaciones ante la esperanza de encontrar una pequeña joyita que podamos aprovechar aunque luego las expectativas no se vean colmadas.
Sólo por el hecho de ver el esfuerzo del propietario o cuidadores del vivero, ya merece la pena el visitarlo. Muchos muestran el cuidado y dedicación diarios para que todo se muestre ordenado y pulcro a la vista de los potenciales visitantes y compradores. Reconozco que me encanta.
Centrándonos en el bonsái, no son muchas las especies que en Galicia podemos encontrar y que nos puedan servir. Desde mi experiencia, éstas son las especies adecuadas para su trabajo en bonsái que personalmente recomiendo y que, con un poco de paciencia y dedicación, podemos encontrar en nuestros viveros en Galicia:

  1. Pinus: dentro de esta especie, habitualmente podemos encontrar la variedad Mugo, con acícula muy pequeña. Da un gran juego para su posterior trabajo, hay gran cantidad y en tamaños pequeños adecuados para bonsái. Muy recomendable. 
  2. Taxus: normalmente no tenemos tejos en los víveros adecuados para lo que queremos en bonsái. Son trabajados para su venta como árboles ornamentales (lucen espléndidos en muchos jardines) y los podemos ver como una bola y, con frecuencia, con multiples troncos naciendo desde la base. Normalmente, los tejos son caros, muy caros, aún así, podemos encontrarnos una grata sorpresa al ver un viejo tocón medio abandonado y "poco valorado" por su cuidador en el vivero. Este tipo de cosas son bastante comunes en el vivero, aprovechémoslas!
  3. Granados: una especie a la que se recurre mucho en los comienzos de un principiante. Los suele haber en su variedad "nana" con la hoja pequeña y llenos de flores rojas. Son una buena especie, económica.
  4. Lagerstroemias: Suelen tener ejemplares adultos que se pueden aprovechar. Personalmente es una especie que me encanta por su colorido de hoja.
  5. Madroño: Los tenemos aunque no son muy habituales por estas latitudes. He encontrado buenos ejemplares, desarrollan en pocos años una corteza en su tronco que denota vejez. 
  6. Berberis: Especie que también me gusta mucho. Los tenemos en abundancia en los viveros. Preciosos con su colorido otoñal. Si tenemos la suerte de encontrar uno con un tronco único muy marcado, tienen muy buen potencial. Reconozco que debe ser una especie complicada porque no se suelen ver entre las colecciones de los aficionados. En el bonsái, con el tiempo, te das cuentas que ciertas especies no figuran en las colecciones de la gente experimentada. Ésto tiene una razón de ser, aunque siempre me han atraído los retos en el bonsái y muchas veces vale la pena experimentar con especies no tan habituales.
  7. Azaleas: Existes muchísimas en nuestros viveros. El clima húmedo es una maravilla para ellas aquí en Galicia. Ahora bien, prácticamente imposible el encontrar una aprovechable para bonsái. Todas ellas son multitronco. Siempre es posible el encontrar un ejemplar adulto, con muchos años, será la estrella del vivero con su floración, y por consiguiente, el precio irá en consonancia...
  8. Piceas: La glauca cónica es la variedad más habitual. Especie a la que, en mis inicios, siempre se recurría para los talleres/demostraciones. Reconozco que desconozco los motivos, pero es una especie complicada para su trabajo en bonsái. Las hay en abundancia en los viveros, merecen la pena.
  9. Arces: cada vez más presentes en los viveros. Múltiples variedades. Complicado el encontrar un ejemplar no injertado y que sea válido para bonsái.
  10. Boj: exclusivamente para su utilización en jardinería y paisajismo. Suelen ser "bolas" poco o nada aprovechables para nuestro fin.
Seguramente me olvide de muchas especies, he querido recoger aquí las más habituales. Que no os desanime la búsqueda a veces infructuosa, siempre es posible el encontrar cosas que nos sirvan y que, con paciencia, desarrollen un potencial en principio escondido. Aunque los viveros no están pensados para el bonsaista, sí son una fuente para encontrar especies válidas para nosotros. Yo seguiré yendo mientras siga emocionándome el realizar esquejes y plantarlos, recolectar y plantar semillas.
Ah, que no os sorprenda que misteriosamente, el precio de una planta se eleve en el preciso momento en el que el vendedor se da cuenta de que miramos con ojos "golosos" de bonsaísta un determinado ejemplar. Parecen relacionar aficionado del bonsái con persona pudiente..., mi no entender ;-)

Cuidaros mucho, un abrazo.