Naturaleza y bonsái desde Galicia

Naturaleza y bonsái desde Galicia
Mi aldea, fuente de inspiración

jueves, 30 de enero de 2014

Comienzo de una formación en un Prunus Mahaleb

Hola, hoy os voy a mostrar un ejemplar que pasó a formar parte de mi colección el pasado año. Se trata de un Prunus, en concreto el cerezo de Sta. Lucía. Durante bastante tiempo estuve "rondando" a este ejemplar en las estanterías de la tienda de Alberto (Kingii) hasta que lo conseguí. Paso a mostraros una primera foto del ejemplar:





Visto así, con todo su follaje, no se ve mucho, así que lo mejor será que lo veais ya en una foto tomada recientemente ya sin hojas:




Lo primero que me llamó la atención en este arbol fue la fuerza que transmite, se ve un arbol contundente y lleno de vitalidad. En esta especie, se valora mucho la unión entre la vida que vendría representada por la floración (muy temprana en los prunus y con el arbol desnudo), el follaje, y la muerte que vendría represenada por su madera muerta fruto de las experiencias "traumáticas" vividas. Este ejemplar no tiene esa última cualidad muy marcada, al menos de momento. Para mi, eso no le resta valor, simplemente es una característica de este ejemplar en concreto y así hay que aceptarla.

Metidos en la labor de empezar a definir las bases en la formación de este ejemplar, se comienza por lo más básico que es limpiar el sustrato de las malas hierbas: 




 Otra imagen donde se aprecia el precioso giro que ofrece el tronco:


 Y otra más:



Una vez hecho ésto, uno dibuja en su cabeza lo que quiere en cuanto a su diseño y con esa idea en mente se realiza una primera poda selectiva eliminando lo que sobra y afinando lo que queremos conservar:




La lluvia no nos da tregua desde hace bastante tiempo en Galicia y me obliga a resguardarme para seguir con el trabajo y tomar estas fotografías con luz artificial. 
Mi idea, con árboles procedentes de la naturaleza, es el máximo respeto si es posible. Los posibles "defectos" que el árbol trae de serie, hay que tratar de que pasen lo más desapercibidos posible incentivando las cosas positivas que en este ejemplar considero que son muchas.
Lo que sí es obligatorio es el hecho de definir los tocones que el arbol tiene y me puse a ello con la maquinaria oportuna. Aquí podeis apreciar uno de ellos: 




Considero que en el bonsai, el trabajo de la madera, es de lo más complicado y por eso, lo que se hizo fue un primer trabajo de desbaste con la fresadora y utlizando en ocasiones gubias. El paso del tiempo, irá definiendo las vetas y dotando de mayor naturalidad estas intervenciones en el arbol.

Aquí podeis ver una imagen con una primera sesión de trabajo finalizada, falta todavía mucho por hacer, como siempre. Definir el ápice, densificar, alambrado, pinzar, podar, ... Este año le tocará trasplante por lo que seguro que el arbol agradecerá el sustrato renovado y los aportes periódicos de abono.




Aquí se puede apreciar el calibre del tronco:




Y éste puede ser un posible frente..., o no...




Espero que os haya gustado la primera historia de este cerezo. Deseo que en nuevas entradas pueda seguir mostrandoos su buena evolución.

Un saludo para tod@s.