Naturaleza y bonsái desde Galicia

Naturaleza y bonsái desde Galicia
Mi aldea, fuente de inspiración

miércoles, 25 de septiembre de 2013

OTOÑO

Ha llegado el otoño, todavía no se refleja en nuestros árboles pero ya se intuye en pequeños detalles. Una hoja que amarillea, un suave viento más frío de lo habitual o una lluvia inesperada preludio de lo que la nueva estación nos traerá. Y yo, como siempre, sigo con mis pequeñas cosas, las que de verdad me llenan en esta afición.

He hecho mi habitual recogida de semillas:







                                             Semillas de Espino Albar (Crataegus Monogyna)

                                           Semillas de Árbol del Amor (Cercis Siliquastrum)

                                                     Semillas de Endrino (Prunus Espinosa)

                                         Detalle de las vainas que protegen las semillas del Cercis

El proceso de crear bonsái desde semilla es largo, pero muy enriquecedor y reconfortante. En sucesivas entradas os mostraré algún ejemplar que he ido formando a partir de semilla, son todavía proyectos de futuro que quizá algún día lleguen a poder dárseles el nombre de bonsái.

Ésta ha sido solamente una pequeña entrada, sirva como encabezamiento al comienzo de una etapa un poco más activa de publicaciones en el blog.
Os dejo hasta una nueva entrada, un saludo y felíz otoño.





5 comentarios:

  1. Pues esperamos ansiosos esa mayor actividad en el blog, se echan de menos más entradas. En cuanto a las semillas, a mí ya se me hace largo ese camino, prefiero pillar algunos atajos, jejeje

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    1. Jajaja, pues sí, yo también uso atajos a veces. Como en las autopistas, el hecho de ir más rápido significa a veces el pagar peajes y suelen ser caros!!! ;-)
      Un abrazo, Juan.

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  2. Comienza el otoño y aumenta el número de trabajos... ánimo con esas semillas, que es necesario mucho tiempo, pero la satisfacción también es mayor.
    Un abrazo. César.

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    1. Sí que es mayor, al menos para mi. Pero también es necesario el tener ejemplares con cierta edad, sólo así se aprecia el carácter de un arbol con el paso de los años. Y es que, desgraciada o afortunadamente, no vivimos de forma eterna!
      Un abrazo, César.

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  3. Te acabo de descubrir, te adhiero a mi seguimiento de blogs.
    Un abrazo

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